Vivienda JF

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Vivienda en transición: un quincho como primera casa

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El proyecto nace del deseo de un joven de 25 años por construir su primer hogar. Con una activa vida social, el comitente buscaba un espacio propio que pudiera funcionar como refugio personal, pero también como lugar de encuentro con su numerosa familia y amigos. Así, surge una propuesta flexible que combina lo doméstico con lo social, anticipando un crecimiento futuro.

En un lote con orientación norte-sur, ubicado entre medianeras y con salida a una calle trasera, se plantea una estrategia de ocupación progresiva del terreno.

La construcción se ubica al fondo del lote, en relación directa con el acceso trasero, y se concibe como un volumen integrador donde se alojan las funciones sociales: estar, comedor y asador. De forma independiente se organizan las áreas de servicio y los espacios privados, permitiendo una clara zonificación funcional.

Morfológicamente, el proyecto se define a través de dos muros de piedra que delimitan el gran espacio principal y reproducen la geometría de su cubierta inclinada. El punto más alto de la cubierta liviana se despega de las losas planas que cubren el resto del programa, creando una franja continua de luz cenital hacia el norte. Esta geometría no solo otorga escala, sino que permite una apertura hacia el norte mediante una franja superior de vidrio, generando un espacio colmado de luz natural y visuales enmarcadas hacia las copas de los árboles, articulando una conexión sutil entre interior y paisaje.

La implantación responde tanto a las condiciones del sitio como a la necesidad de pensar una vivienda en evolución. Una arquitectura sensible al momento vital de su usuario, pero abierta a transformaciones futuras. Un lugar que hoy aloja momentos de intimidad y celebración, y que mañana podrá mutar para adaptarse a nuevas formas de habitar.